María y Pablo: una boda civil íntima y festiva en La Casa de Mónico
María y pablo – 23 de marzo de 2025
El pasado 23 de marzo de 2025, tuvimos el privilegio de acompañar a María y Pablo en su gran día. Una boda civil celebrada en La Casa de Mónico, un espacio elegante y acogedor donde cada rincón fue testigo de un amor sincero, muchas risas… y una fiesta que nadie olvidará.

Una ceremonia civil oficiada por sus propios padres
La ceremonia fue uno de los momentos más emotivos de la jornada. Pablo entró del brazo de su madre, seguido por María, acompañada de su padre. Pero lo más especial llegó cuando supimos quiénes iban a oficiar la ceremonia: sus propios padres. Un gesto único, lleno de simbolismo y cariño.
Durante la ceremonia, se escucharon cuatro breves discursos de familiares y amigos, se celebró la significativa ceremonia de las tierras, y los novios se leyeron sus votos, que emocionaron a todos los presentes. El broche de oro fue la salida con pétalos y música, marcando el inicio de una jornada mágica.
Un cóctel lleno de detalles, música y espontaneidad
Durante el cóctel, los novios hicieron una entrada especial, dando paso a momentos cargados de alegría y naturalidad. Una invitada interpretó una canción en directo, y los invitados pudieron dejar sus mensajes y buenos deseos en un rinconcito decorado con mimo, pensado para conservar recuerdos escritos con el corazón.
La fotografía en esta parte del día fue especialmente espontánea: capturamos gestos, abrazos, risas y la complicidad natural de María y Pablo con sus invitados. Así son ellos: cercanos, divertidos, auténticos.
Palabras, gestos y mucha emoción durante la comida
Al inicio del banquete, los novios dieron unas palabras de agradecimiento que marcaron el tono emocional de la comida. Hubo ramos de flores y detalles especiales para sus padres, y un discurso muy emotivo de la prima de María, que puso el toque personal y familiar en ese momento.
Baile, luces y energía para una fiesta inolvidable
El baile nupcial de María y Pablo dio paso directamente a la fiesta con todos los invitados. Nada de pausas: solo ganas de celebrar. Y como gran sorpresa, a mitad de la fiesta, sacaron tubos LED y pulseras luminosas que repartieron entre los invitados al ritmo de una canción especialmente elegida. Un momentazo que encendió la pista (literalmente) y que quedó espectacular en las fotos.
El look de los novios y los proveedores que hicieron posible este día
María estaba radiante con un vestido de St. Patrick, acompañado por unos elegantes zapatos de Unisa. Llevó joyas de Pandora y otras piezas familiares cargadas de significado.
Pablo eligió un estilo clásico y elegante que combinaba a la perfección con el entorno y el tono de la boda.
La decoración, sencilla y cuidada, corrió a cargo de Mercedes de Rada, y la música tanto durante la ceremonia como en la fiesta estuvo en manos del equipo de Hey Mickey, que supieron adaptarse al ritmo de cada momento.