Marina y Andrés – Una Boda de Encanto en Sotosalbos

El pasado 17 de mayo de 2025, Sotosalbos, un pequeño y pintoresco pueblo de Segovia, fue testigo de la historia de amor de Marina y Andrés, una boda llena de emoción, tradición y detalles cuidadosamente elegidos.

La Ceremonia en la Iglesia de San Miguel

La jornada comenzó en la Iglesia de San Miguel de Sotosalbos, un templo románico que, con sus muros de piedra y su atmósfera histórica, aportó un marco inigualable para el “sí, quiero”.
Uno de los momentos más emotivos fue el discurso de Marina y Andrés al final de la misa, unas palabras llenas de gratitud y amor que hicieron vibrar a todos los presentes.

La Llegada de la Novia

Andrés esperaba con nervios e ilusión a las puertas de la iglesia, mientras los invitados observaban cómo, desde la plaza del pueblo, Marina se acercaba andando. El sonido de sus pasos sobre el empedrado, el murmullo de la gente y la luz suave de mayo crearon una escena digna de una película romántica.

La Celebración

Tras la ceremonia, familiares y amigos se trasladaron a Mencía de Sotosalbos, un espacio donde la naturaleza y la gastronomía se unieron para ofrecer una experiencia única. Entre brindis, risas y música, la celebración se prolongó hasta entrada la noche.

El Estilo de Marina y Andrés

Marina deslumbró con un elegante vestido de Marta Ferrao, una pieza que combinaba delicadeza y carácter, realzada por un maquillaje y peinado impecables a cargo de Ana Reyna Torroba. Sus zapatos, de Flordeasoka, aportaban un toque de sofisticación y comodidad, perfectos para disfrutar de cada momento. El ramo, diseñado por Brunnera Boutique Floral, mezclaba frescura y armonía, completando un look romántico y atemporal.

Por su parte, Andrés lució impecable con un traje de Bon Vivant, de líneas clásicas pero con un aire contemporáneo que reflejaba su estilo personal. Completó su conjunto con unos elegantes zapatos de El Corte Inglés, perfectos para acompañar la ocasión con sobriedad y distinción.

Un día para recordar

La boda de Marina y Andrés en Sotosalbos fue mucho más que un enlace: fue la unión de dos vidas en un lugar cargado de historia, rodeados de las personas que más quieren y con detalles que hicieron de la jornada un recuerdo imborrable.

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